jueves, 15 de octubre de 2015

Lección 16 | Cristo nuestra justicia


Cuando nos sometemos a Cristo, el corazón se une con su corazón, la voluntad se fusiona con su voluntad, la mente llega a ser una con su mente, los pensamientos se sujetan a Él; vivimos su vida. Esto es lo que significa estar vestidos con el manto de su justicia. Entonces, cuando el Señor nos contempla, Él ve no el vestido de hojas de higuera, no la desnudez y deformidad del pecado, sino su propia ropa de justicia,…” (Palabras de Vida del Gran Maestro, págs. 253, 254).

JUSTICIA ES PRERROGATIVA DIVINA
1......Aunque mucha gente se ve a sí misma como honesta y respetable, ¿qué cuadro completamente distinto presenta la Palabra de Dios? ¿En quién solamente se puede encontrar justicia?
Isaías 64:6.- Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.
Jeremías 23:6.- En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.
Tenemos un Salvador viviente. No se halla en el sepulcro nuevo de José; resucitó y ascendió al cielo como Sustituto y Garante de cada alma creyente. ‘Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo(Romanos 5:1). El pecador es justificado por los méritos de Jesús, y esto es el reconocimiento de Dios de la perfección del rescate pagado en favor del hombre. El hecho de que Cristo fue obediente hasta la muerte, y muerte de cruz, es prenda de la aceptación del pecador arrepentido por parte del Padre. Entonces, ¿nos permitiremos tener una experiencia vacilante de dudar y creer, creer y dudar? Jesús es la prenda de nuestra aceptación por parte de Dios. Tenemos el favor de Dios, no porque haya mérito alguno en nosotros, sino por nuestra fe en ‘el Señor, nuestra justicia’ ” (Fe y Obras, pág. 111).

LA JUSTICIA Y EL EVANGELIO
2......¿Dónde se revela especialmente la justicia de Dios? ¿Cómo explica el Espíritu de Profecía la justificación?
Romanos 1:16, 17.- (16) Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. (17) Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
“¿Qué es justicia? Es la satisfacción que Cristo dio a la divina ley en nuestro favor.
Él soportó la prueba en cada punto en que el pecador debe soportarla. Fue tentado en todo los puntos en los que somos tentados,… No cedió ni en el más mínimo grado al poder del enemigo(Review and Herald, 21 de agosto de 1894).
La gracia de Cristo ha de justificar gratuitamente al pecador sin mérito ni pretensión de parte de él. La justificación es el perdón total y completo del pecado. En el momento en que el pecador acepta a Cristo por la fe, es perdonado. La justicia de Cristo le es imputada, y ya no ha de dudar de la gracia perdonadora de Dios(Reflejemos a Jesús, pág. 70).

SÓLO POR GRACIA
3......¿Cómo puede obtenerse la justicia, por obras o por gracia? ¿Existe alguien que pueda ser justificado por sus propios méritos y obras?
Romanos 3:20, 28.- (20) Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado(28) Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
La justificación es enteramente por gracia y no se consigue por ninguna obra que el hombre caído pueda realizar. El punto ha sido presentado delante de mí con claridad, que si el hombre rico tiene dinero y posesiones, y los ofrenda al Señor, se introducen ideas falsas que estropean la ofrenda por pensar que merece el favor de Dios, que el Señor está obligado a considerarlo con especial benevolencia en virtud de su donación… “La justificación es lo opuesto a la condenación. La ilimitada misericordia de Dios se ejerce sobre los que son totalmente indignos. Él perdona transgresiones y pecados por amor a Jesús, quien se ha convertido en la propiciación por nuestros pecados. Mediante la fe en Cristo, el transgresor culpable entra en el favor de Dios y en la firme esperanza de la vida eterna(Fe y Obras, págs. 18, 108).

SE REQUIERE FE
4......Semejante a Abraham, ¿qué es necesario para que alguien sea justificado? ¿Es posible agradar a Dios y recibir la imputación de su justicia sin creer en Él?
Gálatas 3:6.- Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
Hebreos 11:6.- Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Lucas 17:5.- Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.
Cuando el pecador penitente, contrito delante de Dios, comprende el sacrificio de Cristo en su favor y acepta este sacrificio como su única esperanza en esta vida y en la vida futura, sus pecados son perdonados. Esto es justificación por la fe. Cada alma creyente debe conformar enteramente su voluntad a la voluntad de Dios y mantenerse en un estado de arrepentimiento y contrición, ejerciendo fe en los méritos expiatorios del Redentor y avanzando de fortaleza en fortaleza, de gloria en gloria. “El perdón y la justificación son una y la misma cosa. Mediante la fe, el creyente pasa de la posición de un rebelde, un hijo del pecado y de Satanás, a la posición de un leal súbdito de Jesucristo, no en virtud de una bondad inherente, sino porque Cristo lo recibe como hijo suyo por adopción(Fe y Obras, pág. 107).

RESULTADOS DE LA JUSTIFICACIÓN
5......Cuando una persona es declarada justa o justificada, ¿qué ocurre a la condenación que merece?
Romanos 8:1, 34.- (1) Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu(34) ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Habiéndonos justificado por la imputada justicia de Cristo, Dios nos declara justos y nos trata como justos. Nos mira como sus amados hijos. Cristo obra contra el poder del pecado y, donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia(La Fe por la Cual Vivo, pág. 114).
El pecador recibe el perdón de sus pecados, porque estos pecados son cargados por su Sustituto y Garante. El Señor le dice a su Padre celestial: ‘Este es mi hijo. Suspendo la sentencia de condenación de muerte que pesa sobre él, dándole mi póliza de seguro de vida –vida eterna– en virtud de que yo he tomado su lugar y he sufrido por sus pecados. Ciertamente, él es mi hijo amado’. De esa manera el hombre, perdonado y cubierto con las hermosas vestiduras de la justicia de Cristo, comparece sin tacha delante de Dios(Fe y Obras, pág. 107)

6......¿En qué relación permanecerá con Dios aquel que es justificado? ¿Qué efecto tendrá la justicia?
Romanos 5:1.- Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Isaías 32:17.- Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.
Cristo es el ‘Príncipe de paz(Isaías 9:6), y su misión es devolver al cielo y a la tierra la paz destruida por el pecado. ‘Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo(Romanos 5:1). Quien consienta en renunciar al pecado y abra el corazón al amor de Cristo participará de esta paz celestial(El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 27).
La justificación por la fe en Cristo se manifestará en la transformación del carácter. Esta es para el mundo la señal de la verdad de las doctrinas que profesamos. La evidencia diaria de que somos una iglesia viviente se ve en el hecho de que practicamos la Palabra. Un testimonio viviente se manifiesta al mundo en una acción cristiana consecuente(Comentario Bíblico Adventista, tomo 6, pág. 1070).

7......¿Qué garantía es dada a aquellos que han sido justificados por la fe en Jesús? ¿Qué hará el Señor por aquellos que ha justificado?
Romanos 8:33, 30 parte media y última.- (33) ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica(30) y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
Jesús no quiere que los comprados a tanto precio sean juguete de las tentaciones del enemigo. No quiere que seamos vencidos ni que perezcamos. El que dominó los leones en su foso, y anduvo con sus fieles testigos entre las llamas, está igualmente dispuesto a obrar en nuestro favor para refrenar toda mala propensión de nuestra naturaleza. Hoy está ante el altar de la misericordia, presentando a Dios las oraciones de los que desean su ayuda. No rechaza a ningún ser humano lloroso y contrito. Perdonará sin reserva a cuantos acudan a Él en súplica de perdón y restauración. A nadie dice todo lo que pudiera revelar, sino que exhorta a toda alma temblorosa a que cobre ánimo. Todo el que quiera puede valerse de la fuerza de Dios, y hacer la paz con Él, y el Señor la hará también(El Ministerio de Curación, pág. 59).

PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
No es por conflictos penosos ni por rudo trabajo, ni aun por dones o sacrificios, como se obtiene la justicia; sino que se concede gratuitamente a toda alma que tiene hambre y sed de recibirla. ‘A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed,… sin dinero y sin precio’. ‘Su justicia de por mí, dijo Jehová’. ‘Este será su nombre que le llamarán: Jehová, Justicia Nuestra(La Fe por la Cual Vivo, pág. 111).
Nuestra fe debe alcanzar hasta dentro del velo, donde Jesús ha entrado por nosotros. Debemos aferrarnos firmemente de las infalibles promesas de Dios. Debemos tener fe que no será negada, fe que se aferrará de lo invisible, fe que es firme, inamovible. Una fe tal traerá las bendiciones del cielo a nuestras almas(My Life Today, pág. 8).
Justificación es la recompensa de la fe en la justicia de Cristo. Su justicia imputada trae a cada ser, que le acepta a Él como a su Salvador personal, a estar en conformidad con la voluntad de Dios. Su justicia va delante de él. Él va adelante en el camino invitándonos a seguirle. Quien sigue a Cristo debe vivir en obediencia a la ley de Dios. El pecado y la santidad no pueden unirse(Manuscript Releases, tomo 18, pág.96).
A las almas que se vuelven a Él en busca de amparo, Jesús las levanta sobre toda acusación y calumnia. Ningún hombre ni ángel maligno puede incriminar a estas almas. Cristo las une con su propia naturaleza divina y humana. Están al lado de Aquel que lleva los pecados, en la luz procedente del trono de Dios” (El Ministerio de Curación, pág. 60).





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