“Aunque existen males en la iglesia,
y los habrá hasta el fin del mundo, la
iglesia ha de ser en estos postreros días luz para un mundo que está contaminado y corrompido
por el pecado. La iglesia,
debilitada y deficiente, que necesita
ser reprendida, amonestada y aconsejada, es el único objeto de esta
tierra al cual Cristo concede su consideración suprema. El mundo es un taller en el cual, por la cooperación de los agentes humanos y divinos, Jesús está
haciendo experimentos por su gracia y misericordia divina en los corazones
humanos”. (Testimonios para los Ministros, pág. 49).
“No tenemos un mensaje desalentador para
la iglesia. Aunque se han
hecho reprensiones y amonestaciones y correcciones, sin embargo, la iglesia se ha levantado como instrumento
de Dios para difundir la luz…”. (Manuscript 96, 1893; Seventh-day
Adventist Bible Commentary, tomo. 7, pág. 967).
NUNCA EXCUSÉIS EL PECADO
1.....¿Por qué es tan importante reprobar y ser reprobado por
el pecado? ¿Cuáles son las consecuencias terribles del pecado?
Romanos 6:23.- Porque la paga del pecado es muerte,
mas la dádiva de Dios es vida eterna
en Cristo Jesús Señor nuestro.
Ezequiel 18:4, 20.- (4) He aquí
que todas las almas son mías;
como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá… (20) El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre,
ni el padre llevará el pecado del
hijo; la justicia del justo será
sobre él, y la impiedad del impío
será sobre él.
“En la obra de reforma que debe ejecutarse hoy, se necesitan hombres que, como Esdras y Nehemías, no reconocerán paliativos ni excusas para
el pecado, ni rehuirán de
vindicar el honor de Dios. Aquellos
sobre quienes recae el peso de esta obra no callarán cuando vean que se obra mal ni cubrirán a éste con un manto de
falsa caridad. Recordarán que Dios no hace acepción de personas y que la
severidad hacia unos pocos puede resultar en misericordia para muchos. Recordarán también que el que reprende
el mal debe revelar siempre el espíritu de Cristo”. (Profetas y Reyes,
pág. 498).
2.....¿Qué instruye Dios a su pueblo que haga cuando llegan a
ser conscientes del pecado?
Isaías 58:1.- Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta,
y anuncia a mi pueblo su rebelión, y
a la casa de Jacob su pecado.
Tito 2:15, PP.- Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad.
Si se da al ángel de cualquier iglesia una comisión
como la que fue dada al ángel de la Iglesia de Éfeso, óigase el mensaje mediante instrumentos humanos que reprochen el descuido, la apostasía y el
pecado a fin de que la gente
sea inducida al arrepentimiento y a la confesión del pecado. Nunca tratéis de ocultar el pecado,
pues en el mensaje de reproche Cristo
ha de ser proclamado como el primero y el último, como Aquel que es todo y en todo para el alma.
“El poder de Cristo está a la
disposición de los que quieren vencer. El
que reprocha ha de animar a sus oyentes de modo que se esfuercen en procura de
la victoria. Ha de animarlos
para que luchen en procura de la
liberación de cada práctica pecaminosa, que queden liberados de cada hábito corrupto, aun cuando su negación del yo les sea como arrancarse
el ojo derecho o cortarse del cuerpo el brazo derecho. No se debe hacer ninguna concesión a los malos hábitos o prácticas pecaminosas
ni se debe transigir con ellos”. (Manuscript 26ª, 1892; Mensajes Selectos,
tomo 1, pág. 445).
CONSECUENCIAS DE INTENTAR OCULTAR EL PECADO
3.....¿Qué sucede cuando uno intenta ocultar el pecado? ¿Qué
actitud manifiestan algunos miembros de iglesia cuando son reprobados?
Salmos 31:10; 32:3.- (31:10) Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis
años de suspirar; se agotan
mis fuerzas a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido… (32:3) Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo
el día.
Números 17:10.- Y Jehová dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del
testimonio, para que se
guarde por señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de delante de mí, para que no mueran.
El verdadero pueblo de Dios, que toma a pecho el espíritu de la obra del
Señor y la salvación de las almas, verá
siempre al pecado en su verdadero carácter pecaminoso. Estará siempre de parte de los que denuncian
claramente los pecados que tan fácilmente
asedian a los hijos de Dios. Especialmente
en la obra final que se hace en favor de la iglesia, en el tiempo del sellamiento de los ciento
cuarenta y cuatro mil que han de
subsistir sin defecto delante del trono de Dios, sentirán muy profundamente los yerros de los que profesan ser hijos de
Dios… “¿Quiénes siguen el
consejo de Dios en este tiempo? ¿Son los que excusan virtualmente los yerros de entre el profeso pueblo de Dios,
y quienes murmuran en su corazón,
si no abiertamente, contra los que quisieran
reprender el pecado? ¿Son aquellos
que se les oponen y simpatizan con los que contemporizan con el mal? No, en
verdad. A menos que se arrepientan,
y dejen la obra satánica de oprimir a
los que tienen la preocupación de la obra, y de dar la mano a los pecadores de Sion, nunca recibirán el sello de
la aprobación de Dios”. (Testimonios para la Iglesia, tomo 3,
pág. 295)
4.....¿Cómo manifestó Dios su desagrado con el pecado entre el pueblo
de Israel así como también en los primeros días de la iglesia cristiana?
Números 16:30-35.- (30) Mas si Jehová hiciere algo
nuevo, y la tierra abriere su
boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces
conoceréis que estos hombres
irritaron a Jehová. (31) Y aconteció que cuando cesó él de
hablar todas estas palabras, se
abrió la tierra que estaba debajo de ellos. (32) Abrió la tierra su boca, y
los tragó a ellos, a sus
casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. (33) Y ellos, con todo lo que
tenían, descendieron vivos al Seol, y los
cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. (34) Y todo Israel, los que
estaban en derredor de ellos, huyeron
al grito de ellos; porque decían:
No nos trague también la tierra. (35) También salió fuego de
delante de Jehová, y consumió
a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.
Josué 7:19-21, 25.- (19) Entonces Josué dijo a Acán:
Hijo mío, da gloria a Jehová el
Dios de Israel, y dale alabanza, y declárame
ahora lo que has hecho; no me lo encubras. (20) Y Acán respondió a Josué
diciendo: Verdaderamente yo he
pecado contra Jehová el Dios de Israel, y así y así he hecho. (21) Pues vi entre los
despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé;
y he aquí que está escondido bajo
tierra en medio de mi tienda, y el
dinero debajo de ello. (25) Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos.
Hechos 5:5, 9, 10.- (5) Al oír Ananías estas
palabras, cayó y expiró. Y vino
un gran temor sobre todos los que lo oyeron. (9) Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al
Espíritu del Señor? He aquí a
la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. (10) Al instante ella cayó a los
pies de él, y expiró;
y cuando entraron los jóvenes, la
hallaron muerta; y la sacaron, y la
sepultaron junto a su marido.
“Prefiramos la pobreza, el oprobio, la separación de nuestros amigos
o cualquier sufrimiento, antes que contaminar el alma con el pecado.
La muerte antes que el deshonor o la
transgresión de la ley de Dios, debiera ser el lema de todo cristiano. Como pueblo que profesa ser constituido por
reformadores que atesoran las más solemnes y purificadoras verdades de la
Palabra de Dios, debemos elevar la norma
mucho más alto de lo que está puesta actualmente. El pecado y los pecadores que hay en la iglesia deben ser eliminados
prestamente, a fin de que no
contaminen a otros. La verdad y la pureza requieren que hagamos una
obra más cabal para limpiar de Acanes el campamento. No toleren el pecado en un hermano los que tienen cargos de
responsabilidad. Muéstrenle que
debe dejar sus pecados o ser separado de la iglesia”. (Testimonios para la
Iglesia, tomo 5, pág. 137).
ACTUAD CON AMOR
5.....¿Qué manera de proceder estipulan las Sagradas Escrituras
y el Espíritu de profecía para tratar con tales asuntos?
2 Timoteo 4:1, 2.- (1) Te encarezco delante de Dios
y del Señor Jesucristo, que juzgará
a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, (2) que prediques la palabra;
que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
1 Timoteo 4:13.- Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y
la enseñanza.
“Estamos
autorizados a tener el mismo concepto que tuvo el apóstol amado de los que
afirman morar en Cristo y viven transgrediendo la ley de Dios. Existen en estos últimos días males
semejantes a los que amenazaban la prosperidad de la iglesia primitiva;
y las enseñanzas del apóstol Juan
acerca de estos puntos deben considerarse con cuidadosa atención. ‘Debéis tener amor,’ es el clamor que se oye por doquiera, especialmente de parte de quienes se
dicen santos. Pero el amor
verdadero es demasiado puro para cubrir un pecado no confesado. Aunque debemos amar a las almas por las cuales
Cristo murió, no debemos transigir
con el mal. No debemos unirnos
con los rebeldes y llamar a eso amor. Dios requiere de su pueblo en esta época del mundo, que se mantenga de parte de lo justo
tan firmemente como lo hizo Juan
cuando se opuso a los errores que destruían las almas”. (Los Hechos de los Apóstoles,
pág. 442).
6.....La reprensión debería ser siempre dada en el amor de
Cristo. ¿Qué consejo enfatiza el apóstol Pablo?
Gálatas 6:1, 2.- (1) Hermanos, si alguno fuere sorprendido
en alguna falta, vosotros que
sois espirituales, restauradle
con espíritu de mansedumbre, considerándote
a ti mismo, no sea que tú
también seas tentado. (2) Sobrellevad los unos las cargas
de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
“Los hombres aborrecen al pecador, mientras aman el pecado. Cristo aborrece el pecado, pero ama al pecador; tal ha de ser el
espíritu de todos los que le sigan. El
amor cristiano es lento en censurar, presto para discernir el arrepentimiento,
listo para perdonar, para estimular,
para afirmar al errante en la senda
de la santidad, para corroborar
sus pies en ella”. (El Deseado de Todas las Gentes, pág.
427).
“Odiar y reprender el pecado y al mismo tiempo mostrar misericordia y
ternura por el pecador, es tarea
difícil. Cuanto más fervoroso sea
nuestro esfuerzo para obtener santidad de vida y corazón, tanto más perspicaz será nuestra percepción del
pecado y más decidida nuestra
desaprobación por cualquier desviación de lo recto. Debemos cuidarnos contra una severidad
excesiva hacia los que obran mal, pero igualmente
de no perder de vista la excesiva gravedad del pecado. Hay necesidad de mirar al pecador con paciencia y amor cristianos;
pero existe también el peligro de
mostrar una tolerancia tan grande por su error que le haga considerarse inmerecedor
de la reprensión, y rechazarla
como innecesaria e injusta”. (Los Hechos de los Apóstoles, pág.
401).
7.....Si la reprensión es dada bajo la guía del Espíritu Santo,
¿Cuál será el resultado?
Santiago 5:19, 20.- (19) Hermanos, si alguno de entre
vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, (20) sepa que el que haga volver al
pecador del error de su camino, salvará
de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
Mateo 18:15.- Por tanto, si tu hermano peca
contra ti, ve y repréndele estando
tú y él solos; si te oyere, has
ganado a tu hermano.
Es siempre humillante que se nos señalen nuestros errores. Nadie debe amargar tan triste experiencia con censuras innecesarias.
Nadie fue jamás regenerado con
oprobios, pero éstos han
repelido a muchos y los indujeron a endurecer sus corazones
contra todo convencimiento. La
ternura, la mansedumbre y la persuasión pueden salvar al extraviado y cubrir
multitud de pecados. “El apóstol
Pablo veía la necesidad de reprobar el mal, pero ¡con cuánto cuidado procuraba manifestar que era amigo de los
extraviados! ¡Con cuánta ansiedad
les explicaba el motivo de su proceder! Les daba a entender que sentía mucho afligirlos. Demostraba su confianza y simpatía para con los que luchaban por vencer”.
(El Ministerio de Curación, pág. 123).
PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
· Testimonios para la
Iglesia, tomo 7, págs. 248-251.
· Testimonios para la
Iglesia, tomo 3, págs. 396-399, 294-297.
· Testimonios para la
Iglesia, tomo 5, págs. 195-196.
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